“Esa no es mi firma. No estoy mintiendo”, aseguró Ramón Fernández mientras lo esposaban y lo trasladaban a la alcaidía del Palacio de Tribunales. El operario de Vialidad Provincial que en 2006 cumplía funciones como cocinero del campamento de Raco, se convirtió en el segundo detenido del juicio Lebbos. El primero había sido Jorge Jiménez, el amigo de César Soto (ex pareja de Paulina Lebbos) quien fue detenido por haber incurrido en reiteradas contradicciones durante su declaración como testigo.

El presidente del Tribunal, Dante Ibáñez, advirtió que aunque el medio ordinario para dilucidar la cuestión es una pericial caligráfica “en este caso la firma que consta en la notificación es del testigo. No quedan dudas. En la audiencia no sólo la negó sino que dijo que no firmaba así”. “No hace falta ser perito para que el Tribunal pueda ver la similitud que se observa a simple vista. Llama poderosamente la atención”, advirtió el vocal Rafael Macoritto. Su par, Carlos Caramuti, sostuvo: “La falsedad surgió flagrante en la audiencia”.

“Intentaron ensuciar al fiscal (Diego) López Ávila con una maniobra orquestada, como lo hicieron durante toda la investigación estas personas. Durante 12 años, me levanté y me fui a dormir pensando qué iban a hacer para entorpecer la causa, buscando la prescripción. Ahora están haciendo lo mismo con el juicio”, cuestionó Alberto Lebbos.

Apostillas

Sorprendido.- El operario Ramón Fernández había declarado en la jornada del martes y no debía presentarse a la de ayer. Lo hizo porque debía declarar su hijo Daniel Fernández. El cocinero del campamento de Raco llegó a Tribunales sin saber que terminaría detenido por el delito de falso testimonio.

Testigos.- Durante el transcurso de la mañana declararon más empleados de Vialidad de la provincia. El orden fue el siguiente: Miguel Ángel Romano, Juan Humberto Mendoza y Daniel Fernández. Respondieron preguntas sobre su trabajo en los días previos al hallazgo del cuerpo de Paulina.

Mismo relato.- Todos los testigos repitieron una versión similar a la que habían brindado los operarios que declararon en las jornadas anteriores. Coincidieron en que trabajaron hasta el 9 de marzo y que no vieron rastrillajes policiales ni sintieron olores nauseabundos.

Sin doble turno.- La de ayer fue una de las pocas audiencias en lo que va del debate en que no hubo jornada vespertina. El Tribunal dispuso que el debate prosiga hoy a las 8.30.

Medida esperada.- Una vez que terminen de declarar los testigos que estuvieron en el lugar del hallazgo del cuerpo de Paulina (se espera que hoy comiencen a hacerlo), se realizará una reconstrucción en la zona de La Yesera.

Más polémica

A partir de hoy en el debate comenzarían a escucharse los testimonios del personal de la Policía Vial que participó del operativo que se montó después de encontrarse el cuerpo de Paulina Lebbos en la zona de La Yesera, a la vera de la ruta 341, que conecta Raco con Tapia.

En esa etapa de la instrucción, los efectivos que estuvieron a más de 15 metros de distancia del lugar del hallazgo declararon que el olor que emanaba el cadáver de la estudiante de Ciencias de la Comunicación era nauseabundo.

Ese dato serviría para confirmar que el cuerpo fue puesto ahí después del 9 de marzo, porque resulta casi imposible que los lugareños, los empleados de Vialidad Provincial y las personas que diariamente transitaban por ese lugar nunca hayan manifestado haber sentido un aroma tan fuerte como lo declararon en su momento los policías de la Vial.